Malasia 4 – De vuelta por estas sendas

Volví este sábado en la noche y el domingo al dar una vuelta por la prensa, me dí cuenta lo bueno que es despegarse por una semanita de la computadora y las malas noticias. En una semana solo le dí una mirada a mi correo y porque me encontraba en una tienda de computadoras conectadas a internet. Demasiadas malas noticias como retorno a la rutina. Otras que parecieran repetirse todos los días cambiando los números de muertos nada más, los atentados en Irak. Conflicto con el que nos aturdirán hasta la insensibilidad en los noticieros de CNN. Serio y complicado porque no es sólo acerca de la ocupación gringa. Nunca entenderé a los que en nombre de la libertad de un pueblo matan al mismo pueblo provenga del bando que provenga la violencia… En fin, el absurdo es demasiado grande para mí.

Noticias tristes otras, como la muerte del Chico Carrasquel, nuestro primer grande liga del béisbol. Siempre he pensado que los verdaderos héroes son los deportistas en nuestro país. Salen adelante sin ningún apoyo ni de colegios o universidades o instituciones deportivas, entrenando en su tiempo libre, rasguñando para viajar a eventos si no encuentran los patrocinantes o si la ayuda del estado para los mismos es insuficiente o inexistente. Y son los deportistas los que usualmente devuelven a su comunidad con pequeñas obras, con ayuda, con ejemplo y con humildad. Son los deportistas los que insuflan el espíritu y las ilusiones de miles de niños con la posibilidad del logro y la realización de los sueños, los que le alegran la vida a miles de personas alienadas por el trabajo muchas veces frustrante y sin perspectivas porque no pudieron tener mejores oportunidades. Vi en la prensa que el homenaje dado por la gente fue sentido. Una vez fui a casa del Chico en Sarría y vi que tenía un piso de su casa o la adyacente no recuerdo bien, llena de placas, copas, homenajes de todo tipo, desde unos dados por gente muy encumbrada con otros dados por representantes de pequeñas comunidades. Todos juntos sin distinciones ni sitios de honor en aquella galería casera. Recuerdo que se lamentó de que el estado ni las instituciones en Venezuela jamás daban ningún tipo de privilegio a sus figuras deportivas, nos comentó como tenía un boleto de oro para entrar a todos los juegos de la liga en USA así como una pensión de por vida (si mal no recuerdo) y como en el país una vez no lo querían dejar entrar al estadio que lleva su nombre. Sin embargo la queja no tenía amargura porque el cariño de la gente siempre estuvo con él. Ojalá pase al panteón de héroes de la memoria del afecto y no al de los del olvido por desidia.

Salir de Dhaka a un país como Malasia con una breve estancia en Singapur, es como darse un masaje y un baño de espuma para luego salir a meterse en un tráfico de la autopista del Sur pero con calor de 30 y pico de grados. El regreso se hace un poco traumático no sólo por el nivel de occidentalización que se deja atrás sino porque Malasia me recuerda a esa Venezuela de los 70 en «vías de desarrollo» que tanto se decía que era y en la que crecí. En esta ocasión tanto Lino como yo hemos sido víctimas de la nostalgia (aunque yo vivo en nostalgia eterna) y nos hemos llenado de expectativas para nuestro próximo viaje a Caracas. Yo con 3 años sin haber viajado para allá, Lino con casi 6.

Las fotos y alguna crónica, especialmente de Singapur las postearé en las próximas semanas. Entretanto, el guayabo me hizo proponerme no leer noticias todos los días y dedicar ese tiempo a mi blog, pintar y leer (no sólo blogs) sino los libros que andan pendientes y otros que compré en KL. Me atraparon unas memorias de Asimov, la primera trilogía de Ursula K. LeGuin, y un par de novelas de Philip K. Dick. Ando sci-fi en estos días y el contraste de ese imaginario con Dhaka me parece fantástico. Y necesario, el calor anda a más de 36 grados centígrados y la humedad intolerable, no queda sino encerrarse en el aire acondicionado con un buen libro.

Bueno, era sólo para decirles que ando de vuelta por estas sendas.

6 comentarios en “Malasia 4 – De vuelta por estas sendas

  1. Bienvenida de vuelta! Se esperan mas cuentos entonces. Una vez regresando de Montreal me agarro una mamarro de cola q solo recordaba la autopista del sur…
    Yo me desconecte como 4 dias de las noticias e igual, me consigo con q tu presi «desaparecio» unos dias y la gente casi q tirandose al mar por el mesias, Macondo y Venezuela.

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  2. tambi�n me pongo nost�lgico y eso que sigo aqu�. Si andas Sci-Fi por supuesto que Asimov es importante, te recomiendo tambi�n a Ray Bradbury que tiene cuentos muy lindos, y si consigues algo de Stanislaw Lem no lo peles ya que eso es Sci-Fi con literatura cl�sica, sobre todo los que tienen que ver con Ijon Tichy, el personaje de Lem que es una especie de Gulliver de la era espacial. Muy bueno. Bueno, a lo mejor ya has le�do todo esto, pero igual te lo cuento porsia. Saludos!

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