Divagación de lo mío

Dos de mis amigos acaban de llegar de unos días en Bali, Indonesia. Otra amiga se va en un mes a Nepal, Bhutan y Tibet en un viaje de 15 días. Otra acaba de llegar de Nueva Delhi, otro se fue a Cambodia en moto desde Tailandia y paso 5 días en Angkor Vat, la ciudad del antiguo imperio Khmer, me dicen para irnos a Myanmar durante los días feriados del Ramadán y yo no hago sino pensar en la esfera deshilachada de Soto en la entrada a La Carlota, en Caracas.

Toda esa discusión sobre la propiedad privada en Venezuela, de la tierra como propiedad colectiva y con sentido social, cuando lo que uno añora justamente es su tierra. Yo tengo apego a mi país porque es mi tierra y ello no es sino metáfora del mismo apego que cualquiera puede tener por su casa, su conuco, su rancho, su hacienda, su casita de playa, o su llegadero en el monte. Todo el mundo anhela su pedacito de mundo para sí.

A los Masai, guerreros libres del Mara y Serengueti, el gobierno keniano decidió quitarles parte de las tierras para desarrollos y pues, por tenerlas, por alrededor de los setenta. A los pocos días todos los Masai estaban en las afueras de Nairobi con pintas de guerra dispuestos a morir por ellas, no habría rifles suficientes contra todas las lanzas y la furia guerrera. Demás está decir que no se las quitaron y hasta el sol de hoy pastorean libres en el territorio que ocupa parte de dos países.

¿Y será que una carta agraria hará el truco de saberse dueño de un pedazo de tierra, de un pedazo de lo que sea? No lo creo. ¿Y será que la gente se conformará con la cooperación y la repartición equitativa aunque unos trabajen más que otros?… No es cuestión de ideologías, es cuestión del instinto humano la posesión de algo, una pareja, tierra, hogar, hijos… Es cuestión de instinto moverse en jerarquías sociales, económicas, políticas, burocráticas, estéticas, religiosas, ni en el socialismo más efectivo hay igualdad…

Tengo en mis manos las obras completas de Anna Akhmátova en la recopilación y traducción definitivas al inglés, que por esas suertes del destino, me crucé en Dhaka y en la lectura, recuerdo de su biografía las muertes de Gumiliev, su marido ajusticiado en la horca y Mandelstam muerto en el horror de Siberia, por ser poetas y tener voces. Recuerdo a su hijo 15 años preso por el crimen de ser su hijo. El cómo el ser poetas con garganta libre podía ser crimen capital en Rusia, un país con tantos millones de kilómetros y habitantes donde la palabra corría en libros y revistas, recitales públicos y en el boca a boca de la admiración. Nada de internet, cero TV. El miedo hace que Anna queme cuadernos de poemas y no escriba por 15 años. Y sin embargo, la palabra quedó y las obras completas 50 años despues de su muerte están para recordatorio de todos, de sus amores, sus sufrimientos y alegrías, tan poco revolucionarios fuera del hecho literario.

Los instintos de libertad y de tener son humanos. Los pecados son humanos también. Y en un ciclo de aciertos y equivocaciones nos movemos. A veces las esferas son radiantes y otras sólo hilachas al viento.

El horror siempre es una posibilidad. Lo vemos todos los días. Pero la memoria es flaca y sin hambre. No le gusta recordar qué es lo que puede entrar dentro de lo posible. Y no se sabe qué. Sencillamente, no se sabe bajo ninguna circunstancia. Se saben sólo los anhelos y añoranzas, mi tierra, mi casa, mi familia; y para expresarlas, mis palabras.

6 comentarios en “Divagación de lo mío

  1. Eso es as�, la a�oranza por lo de uno se incrementa a medida que uno conoce otros destinos.

    Comparto tu preocupaci�n, y solo espero que las decisiones que se tomen en nuestro pa�s sean para el beneficio de todos y que no solo sea para complacer viejos ide�logos.

    Saludos !

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  2. Yo tambi�n a�oro, a�oro mucho y pienso en el patio de mi casa, las conversaciones con mam�…Pero tambi�n recuerdo como una vez en Apure casi nos mamtan a tiros por estar dentro de una hacienda… Nosotros �bamos a caballo y te juro que no vi ninguna reja, pero eso dar�a igual… Dar�a exactamente igual porque esa hacienda, «La Guanota» ten�a 22 mil hect�reas y cultivaba solo el 5 %… De ese cinco % toda en su totalidad era explotada por llaneros a los que les cedieron un territorio a raz�n del 50% para el amo… Ninguno conoc�a a los due�o que viv�an en Estados Unidos. Quiero ver a esos grandes terratenientes con sus lanzas dispuestos a morir por haciendas de tropocientas mil hect�reas producto de una mala distribuci�n de la tierra y producto de latifundios anclados en criterios coloniales… El tipo que casi me mata el caballo luego me cont� que los de la hacienda de al lado ten�an condiciones la borales peores que ellos y por eso se met�an a robarles el ganado… que yo sepa en Venezuela a nadie le han quitado su casita, o sus dos casitas… Buen tema para debatir… Porque a mi si me doler�a en el alma que a mi madre le quitaran su casa de Cerritos Blancos o a mi abuela su apartamento en Caracas… Ahora bien, yo creo en la propiedad privada… En la tierra que te compraste y usas, no en la que acaparas, abusas y especulas, en la que no produces ni das nada porque esa es una forma medieval de atesorar que no toma en cuenta a la mayor�a… Podr�an venderla y comprar oro si lo que quieren es un factor estable de riqueza, pero da la casualidad de que hay mucha gente en Venezuela, much�sima, que no tiene nada…

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  3. «La memoria es flaca y sin hambre»: yo dir�a que es flaca y solo come lo que quiere como los ni�os malcriados. Me suena mucho al tipo de nostalgia que yo ten�a hace 9 a�os, cuando llegu�. Tu est�s tan lejos…yo estoy mas cerca de la patria, Miami es casi que otro estado venezolano, todo se consigue – no hay tranpas materiales de la nostalgia, como el comer arepas o cachapas – y llegar a Venezuela es menos complicado que tratar de ir a Oriente una Semana Santa. La propiedad: esos que quieren repartir lo ajeno sin que los beneficiarios se hayan ganado el bien, parecen no saber que no se aprecia lo que no se logra con esfuerzo. Y parece mentira, Carmelo, que desde que se mont� el comandante, hayamos cambiado tanto el discurso y estemos hablando de expropiaci�n de tierras…?qui�n dice que en dos/tres a�os – que ya lo ha mencionado el hombre sobre considerar los espacios urbanos para ser expropiados – la conversa sea de expropiaci�n de viviendas? Lo grave de todo es que un derecho amparado en la constituci�n sea pisoteado y pareciece que nadie, pero nadie pudiese hacer nada contra algo tan obvio.Abrazos!

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  4. Ciertamente no estoy comparando a los Masai con terratenientes… Toda la tierra es de ellos sin haber papel de pormedio y la usan por igual. La defienden eso s� como si fueran un solo due�

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  5. Y ahora que hablas de poetas Kira, algo que estaba por contar en mi blog pero esperaba unos d�as para despistar un poco. Otro caso de censura en la Radio Nacional de Venezuela. En este caso eso s�, buena parte del equipo del programa decidi� bajar la cabeza �la raz�n? Una poes�a recitada en la que alg�n jefe de esa emisora sinti� que se degradaba a la mujer y se ofendia al comandante supremo. Por la poes�a de un invitado en un programa hecho por gente ligada a la cultura y eso que llaman el proceso. No s� si finalmente lo hagan pero ellos (los productores del programa) llegaron a decir que entonces mejor eliminaban esa secci�n. As� vamos.

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