Divagación de la fe perdida

He llegado a la oficina y una multitud se encuentra aglomerada en las puertas del edificio de enfrente. Al lado hay una mezquita. Todos los presentes son en su mayoría hombres y visten sus punjabis y gorros blancos. Estamos en Ramadán. Empezó hace cinco días.

Me entero al subir que alguien trató de robar un auto. Mis compañeros de oficina se encuentran viendo por la ventana el solar del edificio en cuestión. Adentro hay policías y un hombre en el suelo. De repente uno de los que rodean al ladrón le cae a patadas y el policía hace un gesto sin afán de que se calme. Otros tienen tubos en sus manos. De repente empiezan a pegarle con rabia tres de ellos. Mis compañeros de oficina aúpan el asunto desde nuestro segundo piso con expresiones ininteligibles para mí. Pregunto porqué le pegan si la policía ya está allí. Me explican que posiblemente la policía no haga nada y que lo que están tratando es de romperle el brazo. Me retiro con los ojos doliéndome y con la terrible sensación de impotencia que sentí hace dos años ante algo similar en Uganda. Desde mi oficina oigo más gritos, me asomo de nuevo y pregunto si es que lo mataron, pero no, lo están levantando del piso… Llegó la jaula de la policía y se lo llevan. El brazo está como guindando y casi no puede caminar, está ensangrentado con heridas en la cabeza y el resto de su cuerpo.

No entenderé nunca el que, por castigar a un ladrón, la gente pueda convertirse en asesina. Ni entenderé tampoco que es lo que tiene de festivo un linchamiento, porque todo el mundo parece disfrutarlo. Habrían quizás unas 50 personas o más aglomeradas en la calle que querían ver y participar.

Hace dos días me cuenta una amiga que en una de las escuelas para niñas que maneja su ONG, se han enterado de que uno de los maestros estaba teniendo relaciones con pequeñas de 12 , 9 y 7 años. Lo descubrió una de las maestras al ver una nota de «amor» del maestro a una de las niñas en cuestión. Pero nadie de la comunidad fue a lincharlo. Se le acusó y puso denuncia ante la policía pero no está preso. Nunca se leen noticias de linchamiento por la violación de niñas o mujeres en este país. Pero si de violaciones en grupo o quemas con ácido o fuego o torturas a mujeres o niñas en retaliación por las familias no haber pagado una dote o como castigo al servicio doméstico.

No sé qué es lo que está mal con nosotros. La sofisticación de esta civilización habla de derechos humanos. Hasta los más terribles criminales tienen derechos sólo por ser humanos. Quizás esa sea la mayor expresión de nuestra separación del reino animal, somos seres culturales capaces de abstraer unas reglas de convivencia más allá de la sobrevivencia del más apto, del ojo por ojo, y de la prominencia del macho sobre la hembra en la manada.

Estamos en el mes de Ramadán. Mes de contrición y ayuno, no solo de alimentos, sino de abstenernos a decir mentiras y ejercer violencia.

Cuando oramos pedimos perdón por nuestros pecados y ofensas, pero no tenemos oraciones para perdonar a Dios. He estado tratando de recuperar mi fe y no he podido. En estos momentos tengo más fe en lo bueno del hombre, que por lo menos se deja ver de cuando en cuando, que en la «omnipotencia» e «infinita sabiduría» de Dios. ¿Y quien es él en todo caso para perdonarme a mí o no? ¿En nuestro caso cristiano, no sería mejor pensar en Jesús como hombre extraordinario que como Dios? Como Dios, como entelequia suprapoderosa y más que humana, resta la posibilidad de que cualquiera de nosotros sintamos amor y compasión infinitos, esto se presenta como algo imposible de alcanzar desde nuestra pequeña caparazón bípeda tan llena de mezquindades y pequeñeces. Él es el pastor, nosotros las ovejas…

Esta no es una cuestión, por supuesto, que pueda solventarla con un post. La solución a problemas de fe no me son obvios porque la fe se tiene o no se tiene. Y me es difícil tenerla cuando veo tanta gente olvidada en el mundo que no posee ni poseerá nunca una pequeña esperanza… y también cuando presencio esa violencia tan básica y olvidada de toda compasión…

5 comentarios en “Divagación de la fe perdida

  1. Mi querida amiga Kira, siempre he pensado que mientras una parte de la raza humana apuesta por el humanismo y los valores, la otra parte se deshumaniza e involuciona, el problema es que la segunda gana mas adeptos y se generaliza mas que la primera.

    Y hablando de humanidad: �Cuando se echan una pasadita por Holanda?

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  2. Y uno que ve a esa gente con esa «rezadera»…

    Creo que los «ateos», de cualquier otra parte del mundo, le llevan una morena a esos «fieles creyentes», en eso de «derechos humanos»…

    Y creo que es ah�, dentro del hombre mismo, donde se est� produciendo eso del «calentamiento global»….

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  3. en EEUU hay estados dond epara casarse hace falta que los contrayentes sean mayores de 21 a�os, en esos mismo estados puedes comprar un arma si eres mayor de 18. 18 para matar y 21 para hacer el amor. Me lo recordaste con eso del absurdo de algunas creencias.

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  4. En la �poca del boom petrolero (en la d�cada de los 80) en un pa�s del Golfo P�rsico (no recuerdo cu�l) un matrimonio estadounidense denunci� ante las autoridades el robo de unas pertenencias realizado por un muchacho que ejecutaba labores de servicio dentro de la casa.

    La polic�a vino y se lo llev�. Varios d�as despu�s, la misma polic�a regres� con el muchacho. El joven ten�a una venda que envolv�a un mu��n en donde antes hab�a una mano. El matrimonio no sal�a de su asombro, estupor e idignaci�n. Olvidaron aquello de: cuando vayas a Roma, haz lo que hagan los romanos.

    En cuanto al acto de f�, vieja es la referencia de que el ser humano invent� a Dios para poder trascender despu�s de la muerte. Le resulta dif�cil asimilar que no haya vida despu�s de esta vida.

    Saludos.

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  5. Es el deber ser de la ley pero q cuando no hay ley o cuando la ley protege al criminal y lo deja suelto para q te pase por un lado y te sonria? o te vuelva a robar? o se venge de ti?
    Esto mismo le paso a un primo hace par de dias, le dieron su paliza enormeeee al malandro, porq co�o es gente trabajadora Kira y en Venezuela la delicuencia no se soporta, yo voy con q eduquen a los chamitos pero mientras q? dejar q maten a la gente sana? y la policia q? los suelta de nuevo…
    Si es en ccs es peor tienes q matar al malandro, no queda de otra porq sino vendra por ti.
    Soy humanista, donde hay ley, se q no es ser consecuente pero creo q la vida mia va sobre cualquier cosa y esta gente ha llegado a un extremo donde no lo pensarian dos veces para desgraciarte la tuya.
    No se como sea en Bangladesh… en Venezuela me gustaria verlos presos pero eso nunca va a pasar. No hay ley, simplemente no hay ley, o son ellos o somos nosotros y yo no lo pensaria dos veces antes de q algun desalmado secuestre a mi hermanito o se atreva a ponerle un dedo encima.

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