Estoy convencida que hay que salir a votar este 23 de noviembre. Y estoy convencida de que hay que hacerlo siempre que se requiera. El voto es lo mínimo necesario de participación que se espera de un ciudadano. Hay muchas otras maneras de participar en beneficio de nuestras comunidades y del país en que vivimos, pero de no hacerlo lo mínimo es votar.
Por desgracia, nuestra cultura política le deja todo a los gobiernos. Uno espera que todo lo solucionen los gobiernos. Antes se le dejaba la totalidad de las decisiones a un presidente. En 1989 con el voto uninominal se empezó a repartir cuotas de poder y responsabilidades para la administración de los gobiernos locales con los líderes conocidos de cada estado, ciudad, y municipio. En estos diez últimos años la participación y preocupación por la situación política en todo el país ha aumentado, acaparando gran parte de la vida de los venezolanos. Pero hay una tendencia a volver a esos días pasados donde se espera que el presidente lo solucione todo y eso no es humanamente posible. A pesar de la activación política del venezolano, los índices altos de abstención se mantienen. La única explicación es que a la gente le da lo mismo, porque le parece lo mismo votar por uno u otro.
Hoy día hay que votar por los nuevos liderazgos. La gente en general no vota por ideologías sino por las personalidades. Aquellas que inspiran confianza en la realización de una nueva gestión, más promisoria que la anterior.
Chávez dice que el futuro de la revolución peligra y su futuro personal también si no se vota rojo. La cosa no es el futuro de la revolución en estas elecciones sino el futuro de cada quien. Las elecciones del 23N es acerca del futuro de cada quien. El práctico e inmediato. El futuro que implique mayor seguridad, calles sin basura, mejor mantenimiento, solución a problemas puntuales que escapan de la dimensión y alcance presidenciales.
Si ese posible futuro mejor involucra a un candidato oficial u opositor es lo de menos. La cosa es que el voto sea consciente y que refuerce nuestra vocación democrática. Una de las cosas que hay que defender en el país es el voto como demostración de nuestra vocación antiautoritaria. No importa la preferencia política que se tenga. Lo perentorio es demostrar con una asistencia masiva a las urnas de votación, el compromiso con la democracia y la elección directa de nuestros líderes.
Me estoy sumando a la campaña bloguera sobre el 23N.
Aquí un video producido por los blogueros venezolanos Naky, Iria, Luis Carlos, Karelia y Héctor para promover el voto el 23N. Si desean sumarse a esta campaña, los videos están disponibles en Vota 0% paja del blog Rayas y Palabras de Héctor. También se han difundido por facebook.
Hay que votar masivamente!
Salud
Me gustaMe gusta