Este año pasado, 2009, no escribí mucho en el blog apenas 29 entradas y lo lamento. Dejé en cuadernos varios borradores que quizás publique luego si lo siento apropiado. Estoy en Barcelona, donde pasé la Navidad y recibí el Año Nuevo. Y repasando lo que escribí a finales del 2008, creo que no han variado mis sentimientos en gran cosa. 2009 fue otro año de transiciones para mí, algo así como la continuación de lo que fue 2008.
2009 fue un año de acercamiento a la Venezuela que debo aprender de nuevo, y digo que debo, porque a tientas he estado acercándome. Me he envuelto en una burbuja y de tanto en tanto he salido de ella para reconocer al país con la mirada que adquirí en esos años lejos. El proceso continuará este año de 2010, no me cabe duda, y como un agenda nueva, los días por venir están en blanco, menos estos cinco primeros días ya dejados atrás. Depende de mí como llene esos 360 restantes. Eso sí, los espero con optimismo y esperanza para superar todos los obstáculos, deseando lo mejor para mi familia, amigos y, por supuesto, para el país; deseando especialmente que nos quitemos de encima los odios y el resentimiento y que la fortaleza se afiance dentro de nosotros. Finalmente, queriendo felicidad para todos.
