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Un borrador

Ten�a tiempo que no escrib�a uno y pensaba que hab�a perdido el tono de anteriores que s�lo yo he le�do … poco a poco ver�n la luz… en fin cosas demasiado m�as en la p�gina de los borradores

La excepci�n es la regla

Silencio compliceCuando Danilo Anderson fue asesinado, muchos nos expresamos en la consternaci�n, repudio y alarma que el incidente produjo a nivel nacional. Muchos que nos contamos dentro de los que no apoyan a la ideolog�a de este gobierno ni su manera de manejar el pa�s. Tambi�n muchos repudiamos a los que se alegraron por el incidente as� como a los que ped�an venganza con sangre.

Mi pregunta es porqu� cuando los sospechosos o presuntos implicados en el asesinato son cazados como animales por agentes de polic�a cubiertos con pasamonta�as, sin �rdenes de captura en mano ni voz de alto, que se mueven en carros sin placas oficiales ni identificaci�n, que allanan un colegio lleno de ni�os pudiendo haber causado una tragedia, que detienen y maltratan a dos viejos que acaban de perder a su hijo sin ninguna orden judicial y a los cu�les les niegan llamar a sus abogados, cuando una y otra vez se est�n atropellando los derechos de las personas y cometiendo abusos dejando muertos en el camino, nadie del chavismo reclama al gobierno que se apegue al derecho y las leyes.

�Por qu� cuando Carlos Herrera amigo personal de Anderson, denuncia altos intereses econ�micos vinculados con el gobierno como motivadores de su muerte, nadie del chavismo reclama una investigaci�n exhaustiva para eliminar esta posibilidad?

La memoria es flaca. Y flaco favor le hacen a la de Anderson a quien martirizaron con su muerte como verdadero s�mbolo de la justicia del pa�s… Me pregunto si �l hubiera refrendado lo que est� pasando y me atrevo a pensar que no.

Duele en particular las posturas de su hermana y novia quienes tendr�an que defender la verticalidad de los procedimientos en busca de justicia y no venganza como homenaje p�stumo al muerto que lloran.

�Qu� queda de toda esta violencia? Familias estremecidas en el dolor: la del fiscal, la del abogado, la del agente muerto, la del ex-polic�a en sospecha. �Han habido respuestas al verdadero misterio de esa muerte? No. �Se justifican estas actuaciones por lo excepcional del caso?…

En caso de ser afirmativa su respuesta, �tendr�amos entonces que exceptuar a Bush y sus presos de Guant�namo, las torturas a los presos iraqu�es, toda la guerra en Iraq, los ni�os muertos como casualties of war, por lo excepcional del atentado que sufrieron en el septiembre 11?

�Habremos de justificar la violencia soterrada de la mordaza tambi�n? �La ejercida por Blair muy elegantemente sobre la BBC al ser cuestionado?, �la que est�n por recibir periodistas en Estados Unidos por no querer develar la fuente de una informaci�n que ni siquiera se public� y supuestamente compromete la seguridad del estado? �La de los blogueros de Ir�n que han sido presos por el gobierno fundamentalista y amigo de Venezuela y que no se sabe donde est�n? �La de nuestra nueva ley de «responsabilidad social» de los medios, porque la poblaci�n se traga todo lo que le dicen, como si no pudiera pasar un canal, apagar la televisi�n o porque es bruta e indefensa ante el veneno medi�tico? Vaya apreciaci�n de la voluntad e inteligencia de un pueblo. La ley asume que los ciudadanos no tienen criterio. Y no negamos que cierta regulaci�n es necesaria, pero a nadie le cabe duda de que es la excusa para controlar.

En cuesti�n de derechos humanos no pueden haber excepciones.
Porque cuando las hay se convierten en la regla. En la ley. Y para all� vamos.

Y por ello pongo a la derecha de esta p�gina mis adherencias y reclamos al respeto de dos derechos fundamentales: la vida y la libertad de expresi�n. Mi rechazo absoluto a la violencia en Venezuela y por extensi�n en el resto del mundo lo cual no trae sino m�s violencia y muertos s�lo �tiles para el proselitismo pol�tico. Mi reclamo a decir lo que pienso dentro de los l�mites del respeto al otro asumiendo mi responsabilidad �tica como comunicadora.

Tanto que estaba evitando el tema pol�tico… pero c�mo callarse la boca y no hablar de lo que el mundo nos est� gritando por todas partes.

Otros premios

Tenía guardado este post para escribir sobre el Premio Octavio Paz a Eugenio Montejo, pero leí este comentario de mamón digital* en referencia al mismo que me pareció pertinente así que no lo voy a hacer. Sin embargo, agregaré que siempre es una buena noticia leer de los reconocimientos y logros que nuestros deportistas, escritores y artistas plásticos reciben dentro y fuera de Venezuela. Me alegró en especial el de Carlos Cruz Diez y su título de Comendador de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.

Los deportistas y artistas venezolanos parecieran pertenecer a la dimensión desconocida de nuestro país. Son ejemplo de voluntades constructivas, creadoras y positivas. Voluntades que no sólo están construyendo un legado para el país sino que se constituyen en sí mismas en ejemplos de lo que es posible lograr individualmente e impactar de forma positiva, con la obra o la hazaña a un colectivo desesperanzado y perdido en la maraña de sociedad en la que vivimos.

Siempre le paramos m’as a las malas noticias de la política nostra, las cuales no tienden a ser constructivas y nos dejamos abrumar con ellas en vez de exaltarnos con las buenas que recibimos.

He aquí un poema de Montejo que nos habla de leer ese mundo que esta allí en toda su belleza contradictoria y que a veces se nos escapa en su interpretación y traducción.

El mundo está afuera para contemplarlo y vivirlo con sensualidad.
Y nos lo perdemos por empeñarnos en seguir los senderos de lo negativo, la autocompasión y detenernos en la superficie traicionera de la rutina.

~/~
Alfabeto del Mundo – Eugenio Montejo

En vano me demoro deletreando
el alfabeto del mundo.
Leo en las piedras un oscuro sollozo,
ecos ahogados en torres y edificios,
indago la tierra por el tacto
llena de ríos, paisajes y colores,
pero al copiarlos siempre me equivoco.
Necesito escribir ciñéndome a una raya
sobre el hilo del horizonte.
Dibujar el milagro de esos días
que flotan envueltos en la luz
y se desprenden en cantos de pájaros.
Cuando en la calle los hombres que deambulan
de su rencor a su fatiga, cavilando,
se me revelan más que nunca inocentes.
Cuando el tahúr, el pícaro, la adúltera,
los mártires del oro o del amor
son sólo signos que no he leído bien,
que aún no logro anotar en mi cuaderno.
Cuánto quisiera, al menos un instante
que esta plana febril de poesía
grabe en su transparencia cada letra:
la o del ladrón, la t del santo
el gótico diptongo del cuerpo y su deseo,
con la misma escritura del mar en las arenas,
la misma cósmica piedad
que la vida despliega ante mis ojos.

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*Desgraciadamente ya el vínculo no existe, ni siquiera lo pude localizar en web archive.