Hay semanas que me cuesta bloguear. Esta es una de ellas, en la que me ha tratado de agarrar una gripe con visos de bronquitis, a la cual he tratado de evitar con cocteles de vitaminas, equinacia, frutas, antialérgicos, paracetamol y jarabes. Es el cambio de estación que se siente de una semana a otra en Bangladesh. Un día te estás muriendo de calor con treinta y muchos grados y al día siguiente ya hacen unos veintiocho que son más que bienvenidos. Pero el ambiente se hace más seco, se levanta el polvo de las calles y uno empieza a sufrir toda clase de gripes y alergias.
Las cosas se calmaron políticamente con la designación del cuidador del gobierno, en la figura del presidente. Aquí, como en otros países donde la figura del primer ministro es la definitoria del gobierno, también hay un presidente, que de verdad no sé cuál es su rol en el gobierno normal de acá ni en los de por ejemplo Alemania o Israel donde hay también presidentes. Otro día me meto en wikipedia a ver si lo averiguo. Hoy no tengo ganas. En todo caso, todo está más tranquilo en Bangladesh.
Luego de ver la noticias en la BBC donde reseñaron desde el juicio a Hussein, el interminable conflicto en Palestina, hasta la marcha de ayer de Rosales en Venezuela, pasando por el comienzo de la cacería del zorro en el Reino Unido, y terminando en el festival de robots de Japón, me pregunto quién decide qué noticias se emiten en estos noticieros de TV. Paso a CNN donde reseñan el último escándalo republicano en Estados Unidos esta vez provocado por un reverendo sinvergüenza, las elecciones al congreso, Iraq y Palestina, por supuesto, y los resultados de un experimento en un zoológico de Nueva York donde descubren que los elefantes se reconocen en el espejo al igual que los chimpancés y los delfines, únicos animales, aparte de los humanos, en hacerlo. No sólo me pregunto lo mismo que antes al ver este noticiero sino que además me asombro de la superficialidad de cada segmento y lo mucho más que ofrecen la prensa escrita y otras fuentes en internet.
Luego veo las noticias de las manifestaciones xenofóbicas y raciales en Rusia a raíz del aumento de la inmigración y me desaliento. He estado ordenando la información que tengo de mi ascendencia rusa en estos días, especialmente para mis hermanas que no tuvieron tanta oportunidad como yo de escucharlas de mi papá y mi abuela y estoy leyendo una gruesa edición de la historia cultural de Rusia, y no puedo dejar de pensar en la ignorancia que aumenta progresivamente en este mundo. Si mi padre no hubiera emigrado dejando Europa, yo no estaría en este mundo, ni mis hermanas, ni mis sobrinas. Esos rusos que no quieren ser multiculturales, olvidan o ignoran que su cultura y «raza» derivan de sucesivas invasiones, influencias, guerras y conquistas que ellos mismos o sufrieron o llevaron a cabo y que le dan distinción dentro de todas las culturas del mundo porque no puede considerarse netamente occidental, ni tampoco asiática… por lo menos, según este libro que me ha aclarado algunas lagunas.
En fin, demasiada información para la mañana y demasiadas reflexiones fragmentadas que no me caben acá. Con cada reflexión, preguntas. Con cada respuesta, la frustración ante un futuro que se perfila más ignorante a pesar de que habrá más conocimiento al alcance de todos. El mundo como que quiere permanecer en su ignorancia. En la ignorancia militante, la activa, la que se elige voluntariamente, porque es más fácil anquilosarse en creencias que no demanden compromiso, que no cuestionen, que no provoquen, que no conminen a indagar y buscar respuestas. El mundo pareciera querer sumergirse en una oscura «Edad Media» llena de cruzadas y combates por «verdades» absolutas… pero ¿cuáles verdades son las verdaderas?… Ok. Suficiente para empezar el día.
Termino este post, miro a través de la ventana y me ubico en Dhaka a media mañana. Mientras refresco la página del blog, reviso las cuentas por pagar y de repente el mundo se siente lejos, y me alivia.
«El mundo se siente lejos» La ventaja de estar en Dhaka es que Rafael Ramírez está a un coñazo de kilómetros, porque no se le puede negar al tipo un gran capacidad de que el mundo se sienta «cerca» y bien jodido…Un abrazo amiga.
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Pareciera que estamos retrocediendo a ese tiempo en que ser judio (o no serlo ahora) en la Europa de finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX era casi un pecado por el cual debías pagar el precio de la xenofobia, el rechazo social, hasta llegar al exterminio sistematizado por parte de los nazis hacia el pueblo judio, los gitanos y otras minorías (eso me recuerda a lo que ahora sucede en palestina, donde el antiguo David ahora se ha convertido en Goliat).
Lo cierto mi querida Kira, es que ahora como dices, el mundo parece preferir la ignorancia, y esta es una de las armas más efectivas que existen para manipular según el antojo y los deseos de quienes no son ignorantes a esas masas de borregos que pululan en algunas (¿o todas?) las naciones del planeta.
NOTA: Si se aprecia algún parecido con dos facciones de idiotas arrastrados por líderes más idiotas aún en alguna parte del orbe, es sólo pura, puritica coincidencia. Te lo juro por este puño de cruces.
Saludos desde Guanare, Venezuela :-)
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No sabía que estuviesen tan mal los noticieros.
Si puedes conseguir «El Imperio», del maestro de periodistas Riszard Kapuscinski, verás otras historias de la Rusia multicultural desde los ojos de ese polaco delicioso de pluma.
Hiciste un batidito bangladeshiano. Excelente para días de preguntas e incertidumbres. ¿Sabes qué es lo mejor de buscar cosas en la wikipedia? Que si no aparecen, puedes ponerlas. De esa forma, podemos llenar de poesía, a falta de otras respuestas más acertadas, entradas como libertad-paz-presidencia-tranquilidad-verdad y raza.
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