Notas Salvajes – Dolores Etchecopar

etchecopar_notassalvajesSoy lectora de poesía. En esas lecturas encuentro poemas que me deleitan estéticamente, que me conmueven, pero hay otros que timbran, tocan fibras insospechadas en mí otorgándome revelaciones. No es algo que me ocurra con frecuencia. Y cuando ocurre lo agradezco porque es un doble descubrimiento.

Me ha pasado con  poemas de Dolores Etchecopar (1956), de su libro Notas Salvajes (Edit. Argonauta, Buenos Aires 1989).  Conseguí el libro en Librería Kalathos (Los Galpones de Los Chorros, Caracas) hace cosa de un año o dos y creo que quizás quede algún ejemplar. Compré el libro por conexiones azarosas que nos trae la cuestión digital. Estamos enlazadas en facebook, sabía que era poeta pero no le había leído, y gracias a Artemis Nader y David Malavé de Kalathos algunos ejemplares de este libro llegaron acá. Me causó sorpresa verlo y supe que tenía que comprarlo. Empecé a leer, me tocó lo que leí, pero lo dejé para irme, en uno de esos intermedios de viaje a Indonesia. El libro entretanto anduvo danzando en mi biblioteca de aquí para allá, lo abría, leía al azar, y ya sin viajes en vista, finalmente unos días atrás lo tomé de nuevo, desde el principio me volvió a hablar y ya no me dejó. No digo más sobre el libro, porque la poesía gusta o no gusta y encuentra sus propios caminos. La de Etchecopar encontró el suyo hasta mí. Espero que encuentre otros hacia quienes leen este blog.

Reproduzco el texto de contracubierta escrito por ella, 3 poemas del libro, 2 videos y enlaces a más poemas para que puedan disfrutar de esta autora argentina, nacida y radicada en Buenos Aires. Entre sus obras se encuentran: Su voz en la mía (1982), La tañedora (1984), El Atavío (1985), Canción del precipicio (1994), y El comienzo (2010).

«Ya el título de este nuevo libro: Notas Salvajes, señala que rechazo todo abordaje discursivo de la poesía, porque de la poesía sólo puede hablar el poema concreto, ese lugar donde una energía reparadora se irradia desde lo desconocido hacia lo desconocido, pero atravesando una zona de ensoñación que pone en movimiento el pequeño teatro de la interioridad del alma. El poema da una voz a todo aquello que los otros lenguajes enmudecen: a la memoria inmemorial, a la infancia que nos sigue a través de los años, a la angustia, al deseo, a lo irracional, a la presencia de la muerte que nos vuelve extraños, a lo femenino que sólo puede expresar un lenguaje que forme parte de su cuerpo. Es decir, aquello que desarma los lenguajes del poder, incluyendo el poder de la cultura: la poesía no nos vuelve más eruditos, sólo nos vuelve más -mucho más- vulnerables.

La poesía desarma el lenguaje y nos desarma, reincorporando a su voz el balbuceo, la plegaria, el absurdo, la emoción, el resplandor de la insignificancia, la irrupción hechizante de algunas palabras que, al unirse de una forma inesperada nos restituyen ese estado anterior, en el que las cosas y los seres hablaban directamente al alma, sin pasar por las intrincadas traducciones que el mundo posteriormente hará (deshaciendo el hechizo y la revelación) de ellos.

En su viaje al origen, la poesía encuentra a su época y ese encuentro produce una transformación: un hondo padecimiento de lo que allí está ocurriendo. El poema, su respiración, sus imágenes, levantan ese dolor, el desamparo del hombre contemporáneo, al que sólo un hilo muy delgado sostiene en la inminencia de la destrucción.

Dolores Etchecopar»

………………………………………………………………………………………………….Notas Salvajes

Carta a
………(Poética)

y ahora que un gran fuego de palabras
mueve la campana del desierto
(mientras unos niños agitan banderitas
en los patios lanzados por la memoria hacia la noche)
ahora locamente
……………..te esperamos
…………………    ……….yo y la cerda chillona
aquí donde sólo cantará aquel invierno
en mi boca desaparecida

Antes de morir las pequeñas flores rugen sobre el sol

es de noche
y nadie pudo calmar las mesas de la infancia
el vetusto rey me aconseja susurra
en mi máscara de prisionera
¿debo perder una vida llevando
tan decoroso susurro
a las villas de emergencia?
no debo (risotada)
sí debo (vociferaciones)
no debo (vagidos)
sí mi furioso sol en el plumaje
rompe esas puertas tan cerradas tan avaras
es de noche
(mis muslos rajados por la gota
que extraes para desnudarme)
casi todos los puentes son mudos
los zapatos rojos y el pelo alcohólico
de mi caballo en la fiesta del alba
en la fiesta del alba mi sed
y mi boca contra el suelo
contra un montón de suelos)
en mi estola de risas se hamaca el infierno
espero el pirata de las flores
con un aro de agua en la pierna
para él y sus odios y sus rameras apostadas
en las barandillas del fin del mundo
es de noche
vuelve el changador de cadáveres
con el vidrio roto de la luna en un labio
es de noche
volaré por tu boca
por tu veloz noche huérfana
volaré

Notas salvajes

si tu lengua apoya las cacerías del silencio
sobre mi lengua
hablaré
montaña oscura
madre clavada en la nieve
madre clavada en el ángelus de la caverna
en la vidriera en la rueca de los cuentos
en la tonada de mi tonada puesta del revés
que no puedo sacarme sin muerte
palabras lentas de mi cuerpo en otra parte
palabras fuertes mis enemigas
raspan la noche el sol que me embarazó
sumergida campana que cruza
los caminos y los huesos
me pusieron por nombre una raya roja
en la ingle
alegría
antes que el otoño fusile a las mariposas
estaremos en el fondo de las pudriciones
caballo blanco
tubérculo que brilla en el regazo
y arroja el oro de los muertos
sobre el recién nacido
el sol su cadera móvil y simple
pasará frente al lenguaje
y hablaré
alguien corta los hilos del bosque
y deja los ojos de mi madre
en el suelo oscuro
puestera del silencio
yo vi una luciérnaga
y las llaves que sólo cierran
el alba y los ojos
adiós dije adiós a las palabras
voy a dormir sobre el sexo de un color
el agua que yo tuve en la infancia
está dentro de tu boca
la lentitud abre sus muslos de colores
y me separo de la muerte
con algo que la luna mece en mi cadera

muchacha que saltas a la soga
sobre la vereda caliente
o la caída de las hojas
o el miedo
feroces mandíbulas te educan
puestera del silencio
la camisa planchada y doblada
los ojos de mi madre en el suelo oscuro
adiós dije adiós a las palabras
la basura decora mi piel
como un relámpago

………………………………………………………………………………………………….

Video:

Enlaces:

http://www.amediavoz.com/etchecopar.htm

http://www.poeticas.com.ar/Directorio/Poetas_miembros/Dolores_Etchecopar.htm

http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2010/11/dolores-etchecopar-el-comienzo-libro.html

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