El profeta en el cartoon

Este viernes está programada una manifestación enfrente de la embajada danesa en Dhaka por el asunto de las caricaturas de Mahoma. Mis amigos daneses andan un poco atemorizados luego de las entorchadas que sufrieron sus embajadas en Beirut y Damasco. Aquí los bangladeshis fundamentalistas han hecho sus marchas con su discurso de muerte a los infieles y viendo todo el aspaviento y ya algunas muertes que han causado las caricaturas en Afganistán, me pregunto en qué clase de mundo viven los musulmanes.

Tengo dos años viviendo en este país y no entiendo las contradicciones entre la prédica de esta religión y su práctica que domina la vida de todo el mundo. Aquí se interrumpen reuniones de negocios porque la gente tiene que ir a rezar a cierta hora. Los horarios de trabajo se cambian dependiendo de la época. He visto como en Ramadán, que es el período de contrición en el que supuestamente no se debe pecar, han linchado a un ladrón. También he visto como dos señoras fueron insultadas y vejadas por intentar meterse en un autobús por los pasajeros todos hombres. Iban cubiertas por sus velos, y podrían ser mi mamá, pero eso no les valió ningún respeto. Tengo dos años aquí viendo el doble estándar de esta sociedad que se dice pía y santa por la religión en que cree pero que en la práctica la desecra todos los días por los que violan en grupo y quedan impunes, los que explotan niños y mujeres como si fueran esclavos y nadie sale a protestar por ellos. Ello más la situación de pobreza extrema, los abusos del gobierno o los entes policiales son asuntos a mi entender más urgentes de protesta y acción que el que unos daneses medio caídos de la mata hayan pintado unos dibujitos de Mahoma con bombas en la cabeza. Así el Corán exprese o dictamine que toda representación de Mahoma es insultante o pecado, ello es válido sólo para los musulmanes no para el resto del mundo donde se han burlado de Dios hasta el cansancio y donde Cristo ha sido señalado desde de sufrir esquizofrenia hasta de haber sido extraterrestre.

Mahoma quizás fue el único profeta de las mayores religiones monoteístas que se embarcó en guerras y fue responsable de la muerte de miles de personas. Hayan sido válidas para algunos las razones de sus guerras, permanece el hecho de que fue el único profeta beligerante. En tiempos modernos, tenemos líderes que se embarcaron en mensajes de no violencia y en amor al semejante sin importar quien fuera, como Martin Luther King y Ghandi. Ellos han sido para mí profetas modernos y de los vivos podría nombrar a Mandela quien paradigmáticamente cristiano, realizó jornadas de reconciliación en Sudáfrica, donde blancos y negros unos a otros confesaban sus crímenes a sus víctimas o sobrevivientes y pedían por perdón y eran perdonados. Política sí, pero por encima humanidad en todos ellos y ninguna pretensión de santidad llena de arrogancia.

He tenido varios días sin asomarme a postear porque como dije en el escrito anterior, no entiendo el remolino de entropía en el que se mueve el mundo, donde el ojo del torbellino pareciera sumergirse en un vacío absoluto, en una nada, hacia un punto que no trepida y que no representa ningún génesis renovador.

Y todas estas jornadas de intolerancia e ignorancia y en últimas odio, de unos con la excusa de la libertad de expresión y de otros con la excusa de Dios, me llevan a concluir que estamos involucionando. No es posible la administración de países con tanta gente si se encuentran supeditados a la cortedad de visión de curas, imanes o misioneros de cualquier índole sometidos como están a sus dogmas. Cuando los bangladeshis se empezaron a volar exigiendo la implementación de la ley Sharía, mis colegas me decían «ellos no son todo el país«, y yo les dije que no eran el país que ellos conocían, pero que la mayoría de estos 140 millones solo hacía lo que decía su imán porque lo único que había leído era el Corán, no tenía radio ni televisión y obviamente, y con toda razón, cualquier valor occidental o modo de vida extranjero era considerado una intrusión violenta en la cultura y costumbres locales.

La crisis tenía que venir en algún momento, porque la mayoría de la gente en este país y en muchos otros donde abundan la pobreza y la ignorancia, tiene una visión medieval del mundo donde el centro es Alá, la ley es el Corán y ya. Cero democracia, cero libertad, cero gobierno que valgan.

Me pregunto si Abraham, patriarca de judíos, cristianos y musulmanes, alguna vez imaginó que las voces que oía y las visiones que tenía irían a derivar en este caos en el que nos encontramos ahora, en el que un dibujito inexacto de un profeta ironizando el cómo se usa su nombre para sembrar muerte, podría ser el catalítico para una verdadera guerra «santa».

El escrito ¿Podemos ser animales religiosos? de Hombre Lobo reflexiona más acertadamente que yo sobre todo este sinsentido de fanatismo religioso. Y no lo copio aquí porque es extenso, pero no se pierdan su lectura.

Actualización:
Khandika hace inventario de los blogs que comentan sobre el tema.

8 comentarios sobre “El profeta en el cartoon

  1. Hola Kira, Me ha gustado mucho tu reflexión. Tu vives más de cerca la problematica musulmán y las contradicciones de este pueblo!..en mi opinión los extremistas de cualquier cultura y religión siempre son peligrosos..y en este tema de las caricaturas, está claro como su maximo representante religioso, el imán aprovecha la incultura de su pueblo para que quemen banderas y boicoteen los productos daneses. No es justo, yo he vivido en Dinamarca y se como respeta este pais a los musulmanes…

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  2. Hola, Kira. En primer lugar, gracias por el enlace a mi texto. Creo que precisamente este tipo de cosas por las que pasa nuestro mundo actualmente es necesario discutirlas a fondo.

    Por mi parte, he intentado someramente informarme un poco acerca del por qué de toda esta locura. Después de todo, ¿qué pueden tener de común entre sí todos estos países donde el Islam es la fe principal? La única conclusión a la que se puede llegar (y de la que hablan ciertos musulmanes moderados) es que la escalada de violencia corresponde a una reacción a una situación tan precaria como aquella en la que se encuentran estos países. Durante décadas estos países han sido violentados por guerras tribales, dictadores férreos o conflictos bélicos de escalada internacional. En medio de todo este caos, es imposible que se desarrollo una estructura política y económica con algún atisbo de coherencia. La única estructura que se ha mantenido, precisamente, es el Islam, y a ella se aferran de forma desesperada.

    El Islam parece ser, para estos grupos, la única reacción posible hacia lo que llaman el «colonialismo» de Occidente. Pero de entrada el problema es que hay una incapacidad por las dos partes de comprender que se vive en un mundo distinto. Ellos todavía no han pasado por un proceso por el cual nosotros pasamos (felizmente) siglos atrás: la desaparición de las castas sacerdotales de los círculos inmediatos de poder. Ahora, ¿llegarán a ese punto algún día? Es difícil decirlo. A diferencia de lo que sucede con el cristianismo, en el Islam no hay una única autoridad teológica (como vendría a ser el Papa para los católicos). Esto significa que puede haber literalmente miles de interpretaciones (y malinterpretaciones) de lo que realmente es el Islam, y al mismo tiempo, ningún imán o teólogo musulmán puede desautorizar ni un solo verso del Corán.

    La cosa es compleja. Por mi parte, estoy pensando dedicar varios textos a eso. Quizás lo haga en un futuro cercano. Gracias por pasar. Nos vemos.

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  3. El absurdo de la vida nunca se refleja tan bien como en la religión. He cambiado de religiones como he cambiado de tinte político… por las contradicciones que consigo. Hace unos días comentaba como el rock había desmitificado la figura de Cristo con aquel Jesucristo superestrella y luego con las películas de Pasolini y Scorsece.
    Hablaba de la gran tolerancia del no-odio del budismo, recordando al Buddha Bar un sitio de total desenfreno en París que tiene en su entrada y adentro estatuas de Buddha.
    En Cuba se comercializa un tabaco con el nombre e imagen de Simón Bolívar…
    Y qué decir de las miles de caricaturas que ha publicado el mundo árabe ridiculizando al Dios de los judíos…
    En fin… la religión y anexos a nivel comunicativo es un tema apasionante. Claro está hay que ser un poco ateo, como ser un poco anarquista en política para superar ese fanatismo que tanto doblega al ser humano.
    Gran saludo como siempre.

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  4. Hola Kira:

    Me identifico plenamente con lo que planteas en esta nota.

    Aprovecho de invitarte a la lectura de una nota relacionada que escribí a propósito de haber visto recientemente la película Munich de Spielbreg.

    Saludos.

    H.

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  5. Hola Kira.
    No es que la humanidad este involucionando, es que no ha evolucionado jamas. Ahora son los musulmanes los que viven su incongruencia, su doble moralidad; pero los cristianos estuvimos siglos !a Dios rogando y con el mazo dando», y en algunos paises se sigue despreciando al debil, se siguen pisotando los derechos de el que no quiere seguir el pensamiento generalizado de una sociedad «bienpensante».
    Esto no tiene remedio.
    Un besazo y quisiera seguir viendo tus magnificas fotos en Flikr.
    Nelly

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  6. Hola! me encanta tu blog!

    queria sin embargo decirte que no me parece muy justo decir: «me pregunto en qué clase de mundo viven los musulmanes» y algunas otras cosas que afirmas. Hay musulmanes integristas por supuesto y paises donde tal vez hay muchos de ellos, pero generalizar es siempre problematico a mi modo de ver……..tambien hay catolicos integristas,protestantes integristas, judios integristas, etc. Y tambien hay una mayoria de gente catolica, protestante, judia y musulmana que vive su religion de otra forma.

    Tienes razón Caty. No es bueno generalizar, pero lo que digo en este blog no son ideas absolutas ni tampoco intento sentar cátedra, sino expresar sentimientos que tengo al momento de escribir en él. Posiblemente no sean políticamente correctos a veces. Tengo muchísimos amigos musulmanes que no son fundamentalistas ni extremistas pero que tampoco ejercen su religión al igual que muchos cristianos que tampoco lo hacen. Para quienes las celebraciones y los ritos son formalidades y no asuntos de fe ni de dogmas. Bangladesh se mueve entre extremos. En constante contradicción con algunos valoresimportados de occidente que además aprecian y otros que contradicen su idiosincracia. El ámbito de las libertades choca bastante con la cultura que se centra en la religión y en la autoridad masculina y el patriarcado, donde discutir esas autoridades ya es un exabrupto. Donde hay matrimonios infantiles, las mujeres deben quedarse en el hogar, son irrespetadas si trabajan, etc. Pero sus leyes hablan de lo contrario, de igualdad de derechos y oportunidades. Y no, no es igual que en Occidente, ni tiene que ver con machismo. Es una manera de vivir mucho más arraigada. Y por eso es que no entiendo la cultura musulmana ni la clase de mundo en que viven o en el que quisieran vivir, porque obviamente su percepción del mundo es diametralmente opuesta a la del mundo occidental. Lamento que esa expresión no te haya gustado, pero es que es así: no la entiendo. Eso no quiere decir que no aprecie otras cosas de ella, como el arte, la literatura, las expresiones de misticismo y la amistad que tengo que muchos de ellos. Al final todos somos gente y compartimos si no las culturas, los mismos sentimientos que nos mueven y hacen vivir.

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  7. Entiendo tu punto de vista Kira, lo que pasa es que yo conozco musulmanes de otras culturas, donde nada de eso que cuentas pasa, asi que no creo que sea parte de la «cultura musulmana» sino una mezcla de cultura del pais que la gente confunde con el hecho de ser musulmanes.

    Lo mismo pasa con los budistas, yo conozco unos cuantos, de diferrentes paises, y hay costumbres que no son budistas, pero que para ellos si, dependiendo de donde vengan, es algo asi como que en Venezuela se pide la bendicion a la mama, la tia, el papa, etc. y eso es una costumbre venezolana mas que algo cristiano.

    Un abrazo, te lo digo de nuevo, me encanta tu blog!

    Gracias por gustarte mi blog!

    En un punto si difiero contigo. Sí creo que existe una cultura musulmana. Aderezada por las cosas de cada país. Pero existe. No es una idea original mía. Los musulmanes hablan de una cultura musulmana. Incluso existen museos de cultura islámica. Primero porque la lengua de la religión es el árabe así estén en Bangladesh. El corán, las oraciones, etc son repetidas en árabe. Segundo, porque la religión musulmana define a todos como hermanos parte de una gran nación, la nación del Islam. Este es uno de sus dogmas. Un concepto hermoso pero que resulta en que las afrentas a países como Irak o Palestina las sufren todos en carne propia. ¿Sabías por ejemplo, que aquí en Bangladesh (legalmante un país musulmán definido en su constitución) está prohibida la entrada al país de ciudadanos de Israel o judíos. Israel no le ha hecho nada a este país en toda su historia, pero son odiados por el conflicto con Palestina. El hecho de que países árabes hayan suspendido relaciones comerciales con Dinamarca por los cartoons habla de una cultura musulmana claramente. No es que los daneses se metieron con los musulmanes de Dinamarca, sino con todo el mundo musulmán a los ojos de egipcios, nigerianos, bangladeshis, pakistanes, afganos, etc. Mi experiencia en países con población musulmana considerable como Tanzania, Uganda, e incluso de paso por Dubai, Malasia, Egipto y aquí es más o menos la misma en términos de identificar esa cultura matizada por otros elementos de tipo local. En términos arquitectónicos, de usos y costumbres, del patriarcado, en relación a las mujeres y su rol unos son más ortodoxos que otros.  Pero el elemento religioso es preponderante. Tú estás dando tu visión como occidental y observando lo políticamente correcto que debe ser nuestro conmportamiento respetuosos de los derechos humanos y donde la religión no es preponderante aunque forma parte de nuestro día a día.
    Asimismo también puedo ver una cultura cristiana en países occidentales, pero el ingrediente laico y secular se sobreimpone. Nadie pensaría en cortar una reunión porque le toca la oración de la tarde o en un almuerzo de trabajo dar la bendición a la comida o que el capitán rece por el altoparlante antes de despegar el vuelo de su avión. He estado en reuniones de trabajo que tienen que ser cortadas porque es hora del rezo, por ejemplo. Y cada vez que viajo en líneas aéreas de por acá, hay rezo antes de despegar. Y eso es común en casi todos los países musulmanes en que he estado. Unos observan las horas más que otros, pero en general son más lo que la observan que los que no.También he conocido budistas que lo practican diferente si son tibetanos o chinos o vietnamitas, pero es porque el budismo tiene diferentes interpretaciones y patriarcas religiosos dependiendo de la cultura del país donde se adoptaron dioses de las creencias locales y los integraron a su práctica, así como evolucionó de distintas formas mientras se encontró en proceso de expansión. Así el budismo zen japonés es diferente del budismo tailandés. Igual que en el cristianismo. Pero en el Islam hay pocas diferencias y se basan en la disusión de cual de los sucesores de Mohamed tenía que haber sido el verdadero, por eso hay sunis, chiitas e ismaelis. Pero básicamene el Islam es uno solo porque interpretar el Coran es considerado también blasfemo. Su seguimiento es literal. Y aquellos que lo hacen no son bien vistos en su comunidad. Quizás los musulmanes que conoces están más embebidos en la cultura local donde se desenvuelven en occidente. Algunos amigos criados en Canadá tienen valores occidentales arraigados y para ellos la religión no está primero. Los de aquí si son observantes de la religión, lo mismo que los de Uganda, Tanzania, etc. Es diferente cuando estás en un país musulmán viviendo. En Venezuela, teniendo amigos árabes y judíos jamás fue relevante el tema religioso más llá de las bodas, y no podría establecer una diferencia cultural más allá de la comida y algunos usos y costumbres.

    No sé, mi experiencia es diferente de la tuya y hablo desde esa experiencia. Lo que describo no lo quiero teñir de negativo. Son sencillamente hechos que relato que he experimentado, que se oponen a los valores que tengo y a veces cuando la tolerancia no es recíproca tiendes a no observarla también. Pero todos los días hay ese recordatorio de que la gente es gente por encima de cualquier creencia. Padecemos de los mismos males y tenemos los mismos defectos y virtudes. Ese es el ejercicio al que nos debemos.

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