
Atardecer con que me despidió Barcelona desde el pueblo de Espluges de Llobregat
Dejé Barcelona el viernes. Pero todavía hoy quedaba parte de su atmósfera rodeándome.
La estadía constituyó un buen cierre e inicio de años. Necesitaba el calor familiar sin que me abrumara así como el espíritu navideño en el aire. Estar con mi hermana Sofía y su esposo Leonardo, la familia de éste, Susana y Francisco, y amigos de ambos como Daniel y Jesús me dieron el calor familiar que necesitaba.
Es raro estar en países donde la navidad es cosa de pocos días, cuando uno está acostumbrado a la euforia navideña de casi cuatro meses que empieza en Venezuela con las gaitas desde finales de septiembre o a veces incluso antes. En Uganda, la navidad se me hacía chiquita y triste, por la falta de unanimidad de la gente en volcarse al frenesí navideño. Distintas religiones y culturas mezcladas hacían la fecha un tanto rara. Y en Uganda más, donde la práctica cristiana es algo ortodoxa y no cabe ese consumismo exagerado que ejercemos en los países occidentales y menos el refocile en el gozo como el que practicamos los venezolanos entre bebidas, comidas y celebraciones pirotécnicas. Cuando fui a Singapur en noviembre me entró un shock al ver toda la ciudad decorada de navidad. No me acordaba lo que era eso. Aquí en Bangladesh algunas luces de decoración del Ramadán se quedan instaladas para la navidad pero sólo en los establecimientos comerciales adonde van los extranjeros. La navidad es ajena por ser un país musulmán aunque se conmemora el día en respeto a la minoría cristiana local, lo mismo que con el nacimiento de Buda y el año nuevo hindú.
Por eso estar en Barcelona me hizo bien. Me hacía falta un entorno afín, pero también sosegado. No hubiera podido con el frenesí navideño venezolano combinado con el humor post-electoral. Me doy cuenta de que muchos se preguntarán que cuál es mi rollo con lo del sosiego. No me extenderé en detalles, pero Lino y yo pasamos un susto de salud en Dhaka que nos hizo entrar en crisis con este estilo de vida trashumante que adoptamos por azar. Las cosas ya están bien. El susto pasó y ahora las decisiones para el futuro tenemos que pensárnoslas mejor.
Barcelona

Caminé lo más que pude por Barcelona. Me deleité en la arquitectura de los edificios, sus fachadas y detalles de construcción, en la soledad de las calles durante la siesta, en su cielo diáfano y azul casi todos los días, en el orden con su toquecito de caos. Disfruté de la comida, de las expresiones locales idiomáticas, y de toda la actividad que se veía en la calle a las horas de tránsito de gente.
Podría, quizás, haber hecho más «turismo» en la ciudad, pero andaba de vida doméstica y tenía que trabajar en línea durante el día, a excepción de la semana de navidad. En una visita previa, en el 2005, estuve en La Pedrera, la Sagrada Familia y el Parque Güell entre otros sitios de interés. Al Parque Güell fui de nuevo esta vez con mi cuñado Alonso de paso por Barcelona y un amigo, Joel. En esta ocasión, disfruté de exposiciones en el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), el Museo Picasso, y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). Me quedan pendientes el Museo Miró, el Dalí, la Casa Batló y otros sitios para caminar y visitar que agotaré en otra visita. A mí me gusta pensar que volveré a los sitios a los que he ido alguna vez. Que el tránsito no fue fugaz, temporal, sino que uno deja huellas que pisará de nuevo y reconocerá a cada paso.
En el MNAC, Sofi y yo estuvimos viendo obras de arte por más de 6 horas y aún nos faltaron las salas del Románico, el Barroco y la Sala 1 del Moderno. Me deleité viendo las colecciones de Arte Renacentista y de la Edad Media, que son dos de mis períodos favoritos del arte y descubrí autores catalanes de esos períodos, así como del arte moderno generado en Catalunya (Sala 2) que no conocía. De estos, el que me impactó más fue Joaquim Mir. En este museo se hospeda en comodato la colección Thyssen-Bornemisza, que hace caer la quijada en cuanto a coleccionismo se refiere y que configura gran parte de la muestra ofrecida.
En el Picasso, ví la colección permanente donde se puede apreciar la evolución del trabajo de deconstrucción del dibujo y la perspectiva que hizo este hombre durante su vida. Ya a los quince años pintaba como un maestro dominando las técnicas tradicionales, luego sus viajes y amistades artísticas influenciaron la visión de este autor para devenir en lo que se conoce hoy como su obra.
Aparte de las visitas a museos y librerías, fui al cine a ver The Holiday y me dió de todo oír a Cameron Díaz decir ¡qué guay! entre otros españolismos. Luego ví Babel, la cual por suerte la daban en un cine en la edición original con subtítulos en español. Me pareció excelente la película. En la historia se muestra cómo la cultura hace que actuemos de formas diferentes ante ciertas situaciones aunque nos unan las mismas emociones como seres humanos. La película tiene muchas lecturas y sus imágenes van y vienen en nuestra mente provocando reflexiones.
Saludos a la bandera
Hice saludo a la bandera visitando la retrospectiva de Gego en el MACBA, «Desafiando Estructuras» y me dió mucho placer saber que los catálogos publicados en español y catalán estaban agotados, quedando unos pocos ejemplares de la edición en inglés. Ví a un nutrido grupo hacer la visita guiada en catalán y otra visita, por parte de alguien que parecía uno de los curadores del museo, dándosela personalmente a dos señoras. Me supo dulce y amargo a la vez oírle decir que era una de las artistas más importantes de Latinoamérica a quien ahora se le estaba haciendo justicia. El montaje estuvo bastante cuidado aunque un par de salas me parecieron algo pequeñas para las obras que contenían y que demandan espacio para su contemplación e interacción con el entorno.
El otro saludo a la bandera lo hice comprando las obras de Alberto Barrera e Israel Centeno, publicadas en España. Sobre la de Barrera, La Enfermedad (Anagrama), ya comenté algo en un post anterior. Iniciaciones (Ediciones Periféricas) de Centeno fue difundida anteriormente en Venezuela como parte de la edición de Hilo de Cometa por Planeta Venezolana. Desde que leí Calletania (Monte Avila Editores), he sido fan de su literatura y la relectura de Iniciaciones me confirma que es, para mí, el mejor escritor de su generación en Venezuela. Ojalá que con esta edición en España, se inicie la merecida difusión de su obra en el ámbito iberoamericano.
Blogueros
Disfruté sobremanera las reuniones con los blogueros. Primero nos encontramos Lobo Hombre y yo. Con vinito y tapitas de por medio corroboramos eso de los seis grados de separación ya que teníamos amigos y conocidos comunes. Decidimos reunirnos con otros blogueros en Barcelona pero a la convocatoria solo se sumaron mi hermana Sofía y HLP. La reunión estuvo tan buena y divertida que la repetimos antes de irme en un local medio cavernoso del Borne (creo… con todo y las caminatas, de noche confundía todos los barrios) que prometía «leche de pantera» casera, y donde nos regalaron al final un chupito de la misma y de ñapa uno de licor de orujo con miel, también receta de la casa. Con ello dominamos el frío y la caminata hasta Plaza Cataluña a tomar el autobús de la noche. Aunque Lobo Hombre se quedó cerca en El Rabipelado, un bar de venezolanos, con unos panas que llegaron al final de la reunión.
HLP luchó en esa última velada por tumbarle fuertes convicciones a Lobo Hombre. En algún momento, lo lograba con retórica y sin tanto esfuerzo, en otros por la expresión del rostro pudimos apreciar que Lobo Hombre estaba en crisis interior. Fuertes muros de contención se vinieron abajo cuando HLP empezó a hablar de astrología. Sobre todo cuando sacó su maravillosa y vieja PDA para hacerle la carta astral a Lobo Hombre. Ese fue un movimiento inesperado de HLP en remover bases y romper esquemas. En la foto pueden apreciar un aspecto de la situación. No sabemos si el efecto en Lobo Hombre haya sido permanente pero esa noche tuvo impacto.

Aparte de hablar de astrología, literatura, religión, películas, libar cerveza, comer tapas y escuchar la mejor música que tasca alguna pudiera tener (puro rock clásico) y que nos cargaba alucinados, terminamos de conversar lo que iniciamos en el encuentro anterior que es la publicación de un meme sobre el porqué escribir un blog, de si sentimos pertenecer a una comunidad por ello y si es necesaria una ética bloguera. Nos gustaría retomar todo lo que se conversó en la blogósfera venezolana el año pasado a raíz del artículo aparecido en Todo en Domingo en El Nacional, las distintas campañas a las que nos sumamos muchos blogueros, los casos de plagio, los esfuerzos como los rumblog, el video chaborro navideño (por cierto, buenísimamente chaborro) y las Elecciones 3D de to2blogs, y seguir desarrollando esa conversación. HLP ya publicó las preguntas con sus respuestas y yo lo haré en los próximos días. Sin embargo, aquí dejo las preguntas para que se vayan animando a contestarlas. Dejen un aviso en cualquiera de nuestros blogs con el fin de hacer el seguimiento de las respuestas y sacar en algún momento conclusiones. Quizás luego las podamos resumir y presentar en el wiki de Periodismo de Paz.
Las preguntas:
- ¿Por qué comenzaste a escribir un blog?
- ¿Sobre qué temas escribes? ¿Por qué?
- Si la gente dejara de leerte y comentar, ¿seguirías escribiendo?
- ¿Crees que al escribir un blog debe seguirse algún tipo de ética?
- ¿Crees que formas parte de una comunidad? ¿Por qué?
- ¿Tienes algún grupo cercano de blogueros con el que te podrías poner de acuerdo para lograr algo?
- ¿Crees que los blogs van a cambiar/están cambiando algo en la sociedad/mundo político/etc.?
- ¿Qué te gustaría poder hacer dentro de la red para profundizar lo que haces con el blog y por qué?¿Podcast/videocast, comunidades, wikis, redes sociales,etc.?
** Me olvidé de mencionar a JC a quien desafortunadamente no pude ver de nuevo. Lo conocí comiendo churros con chocolate. Estaba en la mesa contigua a la nuestra (coincidencia insólita). JC se considera a sí mismo el Chepa Candela de los blogs venezolanos y sabe en qué andamos todos y cómo interactuamos entre nosotros. Él nos comenta a veces y siempre nos lee. Pero JC no tiene blog. ¡Sería interesantísimo que empezaras uno! Un saludo dhakaíta para ti. **
Epílogo
Como ven, fue un buen viaje. Barcelona es una ciudad que conmina a volver y recorrerla una y otra vez. Hubiera querido ir a Madrid pero esta vez no se dio. Viajé a Holanda por una decisión de un día para otro con el fin de ver a los Pinto, pero también dejé de encontrarme con amigos en otras ciudades. Si hubiera tenido más fines de semana disponibles lo hubiera hecho. Especialmente al Chirinos en Madrid y a Mildred y Christophe en París. Pero queda pendiente, queda pendiente.
Ya estoy en Dhaka y el clima también friíto me deja cierto aroma barcelonés en el espíritu. El arribo fue traumático con los retrasos en los vuelos y porque al llegar a Madrid, recordé que el cable de la laptop se quedó enchufado en casa de Sofi. Cargo la memoria hecha una ensalada. Ya en Dhaka, con el arribo de cientos de personas de la Meca por el Hajj, en la salida del aeropuerto había una multitud recibiendo a los seres queridos que completaron sus deberes religiosos como musulmanes. La muchedumbre era abrumadora y los mendigos no dejaban de acosar pidiendo su limosna. En ese instante quise dar vuelta atrás y ahí mismo recordé que la aventura está en vivir las diferencias. Aquí seguimos.
