La palabra del día por Ricardo Waale.

A los pintores les debe suceder: fascinarse con los colores sobre sus paletas… A los músicos con las voces de la escala musical…Y a nosotros nos sucede igual, pero con las palabras.

Hoy, por ejemplo, libélula. Todo el día, libélula.

Li-bé-lu-la. Libé… lula. LI-BÉ-LU-LA. Liiiiiii… béééééé…luuuuu… laaaa… Libélula.

Una palabra que gusta; que me gusta. Sólo por la palabra, porque en el fondo no sé qué cosa realmente es una libélula. A veces me sucede con el abecedario, y es entonces cuando me rebelo contra la ortografía. Hay tiempos en que puede gustarme una letra en particular -la «K» por ejemplo-, y entonces, a sabiendas de lo que es una caraota prefiero escribir karaota, o poner en el renglón lugar de nacimiento de los formularios Karacas. Cosas a sí muy simples y sencillas de comprender, pero siempre malinterpretadas como una extravagancia o un signo de provocación. Naya miá lellano a la beldá.

Entonces, libélula. Bueno, tengo una idea: pienso que es un bicho. También la asocio con helicóptero o con una lágrima de agua. Conclusión: una libélula ha de ser un insecto que puede detenerse a llorar agua en un mismo punto en el aire.

Como soy muy precavido -y aunque parezca increíble, no todos pensamos igual- busco a veces en el diccionario para ver qué se piensa sobre una palabra «X». A veces es muy triste porque uno cae en cuenta de que se está, como quién dice, meando fuera del perol; o que uno mea, acaso, en un perol muy distinto.

Veamos: libélula. f. Insecto de cuatro alas membranosas, que vuela rápidamente cerca de las aguas, llamado vulgarmente caballito del diablo.

Casi, pero de helicóptero nada, más bien un jumbo con cuatro alas. Luego, no llora agua sino que vuela sobre ella. Bonito eso de que también la llamen caballito del diablo.

Cosas así suceden con las palabras, todo un mundo, un mundo de letras que afecta nuestro personal universo mental. Una fantasía más, sin duda: la vida es un juego y el mundo su juguete. La única regla es saber jugar, no vaya a ser que por zoquetes nos lleve el diablo… en su libélula.

Texto extraído del libro Memorias en la Laguna de Ricardo Waale.
Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas, 2003.

El Durga Puja

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Festival de la Diosa Durga (Durga Puja)

Ayer en la tarde fui con dos amigos, Edgar y Mila, al Durga Puja (Festival de Durga), la diosa de la energía creadora, la madre divina de la religión hindú. En estos días haré la crónica de la aventura porque fue una experiencia diferente a la rutina de vivir en Bangladesh. La festividad coincidió este año con el Ramadán y eso la hizo aún más reveladora. Es una fiesta alegre, llena de música y ritos que hacen recordar el modo de nuestras fiestas patronales en América Latina..

A Linda la violaron otra vez

Qué difícil escribir algo en medio del estupor y la sorpresa del nivel de indecencia al cual se puede llegar en nuestro país.

Ya la producida por el cinismo político con los quemados de fuerte Mara, los torturados, el asesinato de Maritza Ron, los muertos de Puente Llaguno han causado indignación y refrendado el sentimiento de que hay una guerra soterrada entre dos bandos.

Pero el caso de Linda no es político. El caso de Linda es el de una ciudadana común que ha sufrido abusos físicos y sicológicos más allá de lo concebible causados por un ser, que a todas luces no es normal, rico, con un papá influyente y conectado. En pocas palabras, el acusado es guapo y apoyado.

El caso de Linda es el epítome de la podredumbre moral y ética de nuestro sistema judicial. Que se abuse y haya jueces politizados por encima de su deber en aplicar la justicia es indeseable pero hasta cierto punto comprensible en casos cargados de tinte político y debido a como están las cosas en el país.

Sin embargo, cuando la dignidad humana está en juego, cuando la dignidad de la mujer se arrastra por el piso como en este caso, en un país en el que supuestamente se está llevando a cabo una “revolución” profunda de reivindicaciones humanas, no existen palabras para expresar el grado de estupor, vergüenza e indignación que nos produce a los venezolanos como colectivo esta absolución de toda culpa al acusado.

El caso de Linda es emblemático de que el sistema judicial nacional es una entidad desconectada por completo del servicio a la justicia en representación del pueblo. Hasta cuándo vamos a dejar sólo en manos de jueces decidir la suerte de las víctimas. Cuándo vamos a tener jurados donde la gente sea llamada a servir como deber cívico. Esta omnipotencia del juez solo lleva a la perversión y corrupción del sistema.

Qué vergüenza que el juez fuera mujer y que no considerara las heridas de la víctima, sus 9 cirugías, las mutilaciones, el sufrimiento de su familia y la procesión por los innumerables tribunales… Es que aunque hubiese duda razonable de la culpabilidad de Carrera Almoina, ¿no ameritaría el calvario que pasara Linda una averiguación exhaustiva en la búsqueda de quién pudo haberla sometido a semejantes bajezas? Y si en realidad él no lo hizo porqué no usó sus influencias, la chequera y su hombría para averiguar quién estaba medio matando a su “novia” y tomar cartas en el asunto.

Aparte de indultar al perpetrador identificado por Linda y al parecer comprobado por las experticias forenses y testimonios, la jueza remata ordenando investigarla a ella, su padre y su hermana por prostitución. Me perdonan mi ignorancia, ¿pero qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Es menos persona si fuera prostituta? ¿Tiene menos derechos? ¿Y Carrera Almoina es más gente y menos pervertido por ser un hijito de papá? ¿Tiene que tener más privilegios por el hecho de no haber nacido en un barrio?

¿Dónde están las ministras de la revolución, dónde están la sociedad civil, los candidatos y diputados de ambos bandos, dónde está la primera dama de este país defendiendo la dignidad de la mujer? Que se apersonen y manifiesten, lo exigimos todos como ciudadanos. Hay que firmar, marchar y darle a la justicia su cacerolazo y repudio por este caso que no tiene que ver con política sino con la defensa justa del ciudadano sin distingo de sexo, raza, religión o clase social como reza en nuestra constitución. Si indignidades como esta no nos unifica en solidaridad, estamos perdidos como gente y como país, porque significaría que nuestras reservas morales son inexistentes.

Con este veredicto a Linda la violaron otra vez. En sus derechos, en la fe que le quedaba en la decencia y equidad de nuestro sistema de justicia.

Con este veredicto nos mataron la recóndita esperanza de que todavía esa fe de Linda pudiera ser cierta y de que todavía quedara algo de humanidad en nuestro sistema judicial.

Publicado en www.elmeollo.net

Guapo y apoyado con la dama ciega de su lado

Si leer las noticias políticas venezolanas me tuercen el hígado, la de hoy, del caso de Linda Loaiza, me dieron ganas de vomitar.

Una muchacha que fue secuestrada, torturada, drogada y violada por casi tres meses ha sido convertida en victimaria y el acusado en víctima.

Una jueza de quien por ser mujer uno esperaría cierta solidaridad con Loaiza para hacer imperar el ejercicio de la ley ha absuelto de toda culpa a su captor. La ha mandado a investigar por prostitución a ella, a su padre y a su hermana. Aunque se llegara a comprobar que realmente era prostituta eso no le daba a su captor derecho a encerrarla, mutilarla y violarla repetidas veces. E incluso en el caso de que se llegara a comprobar que él no lo hizo como alega. ¿Cómo es posible que presenciara los maltratos sufridos por ella que casi le cuestan la vida por el daño que sufrieran sus órganos internos y no hiciera nada? El no es ningún don nadie. Su famiia no solo es rica sino influyente como lo demuestra el que saliera libre así no más. Luego de todos los esfuerzos por parte de la parte acusadora de que lo mantuvieran preso.

Definitivamente, el nivel de podredumbre del sistema de justicia venezolano no tiene nada que ver con política. Y si en este caso la sociedad civil no se hace solidaria con esta muchacha sin distingos políticos, definitivamente que tenemos lo que nos merecemos.

Lo único que sigue contando en Venezuela es ser guapo, apoyado y tener la chequera lista.
Y la justicia no sólo es ciega, sino sorda, muda y sinvergüenza.

La información está en http://www.eluniversal.com/2004/10/22/ccs_art_22288BB.shtml y http://www.eluniversal.com/2004/09/22/suc_fot_22A494821.shtml