Etiqueta: 15F

Conversandito al final de febrero

Y bueno, luego de mucho análisis, retórica y blablablá al final el resultado del 15F es que nos pusimos el cuchillo en la propia garganta. Veremos dentro de 4 años qué pasará.

Lo bueno es que ya este agobio electoral pasó. Dos elecciones en menos de 3 meses es demasiado. Ahora podemos poner en el compartimiento respectivo el interés por la política sin que sobreabunde en los demás aspectos de la vida. Realmente sentí dicho agobio, y a quien le comenté siempre me respondió con cara de mezcla de reproche, mentada de madre y condescendencia, que esto no era nada, imagínate si esto es lo que tú sientes, pués qué sentiremos los que nos quedamos acá… En fin, a todos aquellos que piensan igual, lo siento, pero no me disculpo por mi ausencia física del territorio nacional. No me fui por Chávez. Tuve una oportunidad singular dada por la vida, de poder estar fuera en sitios que quizás de otra forma no hubiera visitado y vivido. Y me devolví por voluntad propia, nadie me forzó a hacerlo. Lo cual tampoco quiere decir que no me volveré a ir si me provoca. A pesar de la distancia creo que contribuí y aún contibuyo en algo más que mucho abstencionista y quejica de profesión. No será mucho, y seguro no lo es, pero escribir y participar en el concierto de voces que disienten creo que manifiesta mi preocupación y compromiso con el país.

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Blog evangelista

No me he sentido desapegada de Venezuela ni quiero estarlo. Y uno de mis deseos al llegar acá era sumarme a actividades que promovieran al blog como herramienta para medios alternativos, para establecer redes sociales, etc. La expectativa se me cumplió gracias al amigo Luis Carlos de Periodismo de Paz que me contactó con Carlos Correa de Espacio Público. Así que me he empatado en una de evangelización sobre bloguear en la medida de lo posible.

Uno de los asistentes ensimismado abriendo su blogun seminario en Trujillo para la ULA, el pasado 31 de enero, bajo la organización de la profesora Raisa Uribarri en conjunto con EP. La experiencia fue muy satisfactoria y resultó ser una aventura divertida ya que en Caracas nos dejó el avión y para poder acometer el seminario, nos fuimos a Barquisimeto y de allí en taxi a Trujillo adonde llegamos en vez del viernes en la mañana, en la madrugada. ¡Primera vez que me deja un avión! Gracias a Nadia Goncalves y Erika Rosales, de Espacio Público, la travesía fue amena y llena de conversación. Y la experiencia de la amabilidad y hospitalidad trujillanas no pudo ser mejor. Reconciliante.

Al seminario acudieron unas diez personas que de alguna manera desean aprovechar la herramienta para difundir contenido sobre sus iniciativas de corte social o de las organizaciones que representan. Al final todo el mundo abrió su blog y creo que en general la gente se fue contenta. Para mí fue una experiencia singular, porque primera vez que daba un entrenamiento de 8 horas seguidas y en español.

Dentro de poco se repetirá la experiencia acá en Caracas con un grupo de educadores. Ya veremos cómo queda.

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Replegada, desprendida, desbrozándome

He estado muy desprendida de este blog, pero supongo que ello es reflejo de mi propia situación personal. Todavía ando buscando asideros para mi rutina y no termino de organizarla bien. Hay otros ingredientes más íntimos que no quiero desplegar aquí aún, que me tienen como moviéndome en dos dimensiones. Me siento un poco escondida o en escondite.

El agobio electoral se impuso con cierta violencia en los sentidos y eso también ha hecho que me repliegue. La verdad es que no me provoca comentar o escribir en materia de política, posteo lo que leo interesante en facebook para los amigos y ya.  Porque leo los diaros y no varía la tónica de excesiva parcialización. Unos porque todo es bueno y los otros porque todo es malo. Y ese contraste se convierte en monótono, poco creíble y falto de interés. Me inclino con mayor avidez por las noticias superfluas del espectáculo que por lo menos son algo divertidas. Creo que algo de frivolidad es bueno para cualquier salud mental. Llega un punto que uno se cansa de leer la misma opinión refraseada en los articulistas de prensa o la misma denuncia lanzada al vacío institucional de la justicia. Me he sumergido en ver series bajadas por internet por las noches y en el día completar mi trabajo y medio tuitear, feisbuquear, y leer y comentar lo que otros dicen con mayor pasión de la que quizás en estos momentos puedo desplegar.

Dentro de la rutina que me debo armar también necesito de renovación. Es algo paradójico pero lo veo como ¿establecer la rutina para tener mayor libertad de salirme de ella? No sé si me entienden. Quiero cambiar el blog y me dedicaré a ello en las próximas semanas… Desbrozarlo. Desbrozarme.

Diez años – divagación

Me preguntan que cómo encuentro Venezuela luego de 10 años. Es una pregunta de genuina curiosidad y todo el mundo espera la respuesta de desastre. En casi 10 años (fueron exactamente 9 años con 9 meses y 6 días) vine en 5 ocasiones, por períodos que variaron entre 10 días y dos meses y medio. Siempre seguí las noticias pero cómo muchos me dicen no me «calé» esto, por no decir a quién.

Pero ahora que regresé y en dónde espero, si las circunstancias lo permiten, quedarme, la diferencia que percibo a cómo me siento de hace un año a ahora, no es mucha porque de alguna manera aún me siento aislada y embebida en la burbuja que al parecer mucha gente en esta ciudad comparte, hasta que ocasionalmente la misma revienta. Quiero decir que de alguna forma sigo extrañando al país y de alguna forma sigo encontrándolo igual, pero como cuando se ve a alguien despues de muchos años, con señales de las huellas que la vida le ha dejado en ese tiempo.

La primera y quizás más relevante impresión visual de una diferencia en estos diez años de ausencia se resume en la palabra basura. Encontré a Caracas sumida en basura, no sólo traducida en desechos tirados por todas partes sino basura visual en paredes y muros rayados, en vallas publicitarias, en carteles pegados, en la decadencia del mantenimiento de calles y avenidas, y la impresión visual se extrapola a los otros sentidos cuando se escucha el discurso de los políticos, se es víctima de la actitud general de alguna gente, que aunque poca siempre se hace notar en la cola de un banco o en el tráfico, cuando la tranquilidad mental se contamina por el miedo a salir a la calle debido a la inseguridad. No he estado mucho en el interior, pero de lo poco tengo la misma impresión y puedo generalizar con que Venezuela está enbasurada con malos sentimientos y en su espacio físico con cierta decadencia. La basura de la que hablo no tiene ningún color, porque la basura es producto de todos.

Esta es quizás la parte negativa de mi impresión. Pero por otro lado hay otra positiva. Percibo renovación. De alguna manera toda esta basura era necesaria que se tirara, que aflorara para que Venezuela empiece a sanearse. Para apreciar justamente lo que es vivir sin ella. Y así la creatividad de la gente ha surgido para negocios, artes, iniciativas de todo tipo, incluyendo la política.

Recuerdo que hace algo más de diez años, residía una sensación de inevitabilidad sobre el espíritu de la gente. De que el status quo era imposible de cambiar. Y aunque nos pese a muchos, el advenimiento de la figura de Chávez rompió con ello. Con la resignación a un futuro predecible e ineludible. Y ese sentimiento hoy quebrado no sólo reside en el chavista, sino en el nini y en el opositor recalcitrante y todas las variantes «light» de cada uno de estos. El quiebre de la historia ineludible vino con él. Y ese sentimiento llegó para quedarse. Esa sensación de evitar condenarnos a un futuro irremediable. Así que esa es otra diferencia. Y no es un cliché decir que todo el pueblo venezolano despertó. Todo él sin distingos. La gente se rebela ante la inevitabilidad, ante el paso del tiempo sin cambios sustanciales en su calidad de vida.

Ello para mí es esperanzador y es vigorizante. La situación de Venezuela es única y este segmento de su historia aunque duro, difícil por todas las confrontaciones es demasiado interesante como para dejarlo pasar. Es también un segmento que a Venezuela le era necesario vivir. La división para despojarnos y dirigirnos a una unión diáfana, clara en establecer dónde estamos parados y hacia dónde vamos. No me cabe duda que la unión ocurrirá algún día a pesar de la negatividad imperante, que será sinérgica y creadora liderada por el sentido común y el cansancio de tanta basura innecesaria. Venezuela aunque esté en revulsión, escindida internamente, sumida en contradicciones, al final es una sola. Sin embargo, estamos sumidos en miedo a que esa condena de lo predecible e ineludible impere de nuevo.

Por ello nos es importante preservar los controles, y no incurrir en el error de permitir siquiera un chance a que personalidades se perpetúen en el tiempo en el ejercicio del poder. El poder debe tener límites. Y el primer límite lo debe dar la ley amparada por la voluntad popular. Se puede vencer a lo que se cree irremediable. No tenemos porqué poner un cuchillo a la propia garganta. No tenemos porqué permitir el chance de un futuro cantado y sin sorpresas, con aroma a «remake» de cinematografía de segunda.

No a la enmienda

La verdad es que no veo la enmienda como un asunto plebiscitario.

Creo que es un error hacer girar una enmienda de la constitución en torno a Chávez. Primero porque la constitución no es él, ni tampoco refleja lo que han sido estos diez años, de continuas transgresiones al espíritu de la misma.

Creo que es una cuestión de principios no permitirle a nadie, tener la posibilidad de repetirse en el poder sin límites de tiempo, pero además creo que es un error votar Sí de la manera como está redactada la pregunta que no propone un texto específico de los artículos a modificar. La enmienda debería ser aprobada o descartada en su redacción definitiva.

No hay garantías a cómo la Asamblea Nacional iría a  «ampliar» nuestros derechos ciudadanos.

Dos períodos son suficientes para dar resultados en cualquier gestión de gobierno y más el de la presidencia que representaría 3 períodos de gobierno equivalentes, por ejemplo, en Estados Unidos o Brasil de haber una repetición consecutiva. Un proyecto exitoso tendrá continuidad a través de la dirigencia de relevo. Un chance de reelección una y otra vez sólo garantizará atornillamiento de líderes en los cogollos de partido y una democracia vertical y no horizontal donde el liderazgo no tendrá oportunidades de surgir sin padrinazgos. Si se confía en una personalidad y no en el proyecto que representa, entonces ese proyecto está condenado al fracaso.

Por estas razones hay que salir a votar. Al final del día no se está votando por Chávez sino por una modificación a la constitución. Hay 4 años por delante para que surjan proyectos alternativos al chavismo. Hay 4 años por delante para que la revolución trascienda y para que intente cumplir los objetivos que la inspiraron en un principio.

Otras razones en Al borde,  mi otro blog.