44 – doble de dos dobles

Ayer cumplí 44 años. Es un número de cumpleaños raro. Dos cuatros. Doble número de dos dobles.

Todavía no sé como me siento con esta edad pero sí sé que este año pasado emprendí otras búsquedas que aún andan en progreso. Unas se me han dado mejor que otras, como participar en talleres literarios y empezar a construir los libros que he tenido disgregados entre cuadernos, hojas sueltas y el blog. He conocido y hecho amistad con gente sensible e inteligente que a pesar de las circunstancias del país, no se siente atrapada y contribuye con su trabajo creador a mover energías mejores para todos.

Creo que cuando uno se sumerge en actividades de creación y se rodea de gente que anda en lo mismo, ya uno está contribuyendo a mejorar el entorno inmediato, el país. No sé si pensar esto es muy ingenuo de mi parte, ya que a pesar de todo hay una sombra que sin duda nos acecha que pudiera ser nefasta, pero no dejo de creer que los buenos cambios afuera vienen de adentro de cada quien.

Hay que mantener el espíritu en alto.

Esta será mi premisa para este año hasta el próximo abril del 2011.

Más transiciones. Tal y como escribí para Mi número 43, aunque sí viajé a España, Dinamarca y Lituania, además de diferentes partes del país, el de los 43 fue un año de transiciones, mudé mi interior de estar fuera a estar aquí, a quedarme aquí.

43 parece ser un número sólido y sin ambiciones de movilidad. Sin ánimos de tránsitos pero sí de transiciones. Eso quizás es lo que es 43, transiciones. Algo así como moverse pero plantado en el mismo sitio.

Efectivamente, aunque me moví quedé en el mismo sitio, estoy moviéndome desde acá. Me he movido por dentro, he mudado de ambiciones, reforzado unas y desechado otras.

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he retornado
a mis confines
la espera
decantó un desenlace

aquí estoy
aquí vivo

las dudas escaparon
al escrutinio de la noche
luminosos presagios
revelaron respuestas

los gestos fueron fragmentados
en el tablero blanquinegro
de los desafíos

aquí estoy
aquí vivo

envuelta por el bosque de mis deseos
testigo de las danzas del sol y de la luna

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Otros de mis números para los curiosos:

Mis 42 yoes… divagaciones de cumpleaños
41 en Kenya
Mis 40
Los 39

8 comentarios en “44 – doble de dos dobles

  1. Sabes qué palabra me salió como security word???? MONTEJO. ¿Puedes creerlo? Ajá y luego que me vengan a decir que la magia no existe.
    Este año tuyo tan hacia adentro y tan hacia afuera. Las paradojas que alimentan.
    Conociste gente, es cierto. Yo soy parte de eso, sólo quiero que sepas lo contenta que estoy del intercambio y el afecto.
    Vamos con esos libros, que lo que viene son maravillas!!

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  2. Muy de adentro tus poemas, se quedan en uno. Eso es lo imprescindible de la poesía, cuando nos persigue.

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  3. Sobre todo eso: «los buenos cambios afuera vienen de adentro de cada quien.

    Hay que mantener el espíritu en alto.»

    Es lindo sentir que de algun modo somos parte del cambio. Me conmovieron mucho tu reflexión y tu poema.

    Te abrazo.

    CR: en mi antispan word me acompañó Ajmatova…
    ¡Hocus pocus!
    :)

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  4. Sobre todo eso: «los buenos cambios afuera vienen de adentro de cada quien.

    Hay que mantener el espíritu en alto.»

    Es lindo sentir que de algun modo somos parte del cambio. Me conmovieron mucho tu reflexión y tu poema.

    Te abrazo.

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  5. Cortazar…mi palabra requerida; buen augurio

    amiga sensible y creativa, este año, solo la magia delineara tu poesía…un placer conocerte

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  6. Esto no tiene nada que ver con los 44, o …quien sabe.

    El jueves pasado venía subiendo por la Baralt a eso de las 10 y cincuentimucho de la mañana, iba en una camionetica de pasajeros, tenía que llegar a la esquina de Salas,(esa donde está el Ministerio de Educación) antes de las 11. Y ya era tardísimo, estaba realizando un trámite para salvar una escuela que prácticamente se está cayendo, y en las oficinas de FEDE me esperaba el director regional, eso me tenía muy preocupado; eso, el tráfico, la lentitud del chofer y el ballenato a todo volumen.
    De pronto, por el parabrisas se cuela el espléndido panorama del Avila, que esplendía de un verdor recién estrenadito, parido por las recientes lluvias, y en medio de esa angustia, de ese ruido, de ese trafico endiablado, de ese calor, de ese apuro y de la escuelita que estoy por salvar (yo solo no, un equipo comunitario), he aquí que me acordé de Kira Kariakin y de su tristeza por el Avila quemado y he deseado con muchas fuerzas que donde quiera que ella esté pueda disfrutar ese espectáculo de renovación, de renacimiento de nuestra montaña, de su verde milagro, que recién se inicia.
    Alfonso…

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  7. Alfonso, qué bello eso que escribes y cónchale me mueve mucho por dentro que en ese trance en el que te encontrabas hayas pensado en mí al ver El Ávila reverdecer…Me emociona mucho. Sí, lo puedo ver aquí, porque aquí estoy ya. Lo estoy disfrutando. Verlo es mi plegaria, por esta ciudad, por este país que se quiebra sin más. Y que es respondida cuando gente como tú lucha por una escuela para salvarla, o ayuda al prójimo de cualquier manera o se reúne a tocar música en una casa, o a hacer teatro, o a leer poesía, o sencillamente da los buenos días al entrar en un ascensor con una sonrisa. Es la respuesta que nos mantiene en pie.
    Gracias Alfonso por escribirme esto, en un día particularmente apaleador para mí. Un abrazo.

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