
La otra noche en twitter escribí
Leí unos raros poemas de Nabokov nostálgicos de su Rusia perdida, luego pienso que uno siempre pierde algo y siempre extraña y que así es.
— Kira Kariakin (@kirakar) July 15, 2013
Y por supuesto, ¡Habla, memoria! lo he leído varias veces y me remiten a los pasos perdidos de mi padre y abuela. Réquiem y Poema sin héroe de Ajmátova, son monumentos de resistencia a la condena a estar sin voz que es como no estar, no ser. Un exilio dentro. Una pérdida sin haberla, pero que sí fue.
Estuve por tantas partes lejos tantos años sin saber para perderme y para no saber, pero ahora sé también aunque no quería.
Yo sé qué perdí, qué gané, qué volví a perder y qué volví a ganar. Estoy y no estoy al mismo tiempo porque se me fue un pie y el otro busca. Ahora que la amiga se va definitiva con todo, sé que no extrañará y que luego sí, y después no y así, en la intermitencia que dan las nostalgias de los afectos ingratos, pero afectos al fin y al cabo, y que no nos dejan aunque queramos.
Cerca anda otra amiga que se fue y que viene callada y se irá de nuevo y quizás no sabe si regresará, pero sí sabe. Cree que no está, pero sí. Las dos no saben que están, creen que no, pero sí. Uno nunca se va del todo. Se pierde, se gana, se está en ausencia, y no y sí, y así es.