Antes era más libre en el blog… Releo entradas de hace 4 años y me encuentro conque era mi tribuna de expresión total.
De unos 3 años para acá, k-minos se ha redefinido un par de veces. Por un tiempo, la crónica política y la opinión tuvieron mucho peso. Hoy lo tiene más escribir en un tono restringido a la literatura y asuntos mayormente intimistas que lo que pasa en el país. Supongo que es parte de la respuesta a estar aquí en Venezuela y tratar de tener un espacio de paz, donde prive algo que me refresque la vida y no me remita a esa sensación apocalíptica de desastre que parece predominar en todo. Pero me siento menos libre de esta manera. K-minos era mi sitio de reflexión, de drenaje cuando me sentía no sólo nostálgica sino con una terrible necesidad de decir cosas y que alguien las escuchara. Creo que voy a volver a ello, porque me hace falta el diálogo que tenía antes, el espacio para descomprimir.
[El Ávila desde El Placer, tomada en abril del 2009]
Hoy me sentí así, con una necesidad perentoria y en vez de venirme aquí, me fui a twitter en donde grité un rato. Y es que no me cabe en el pecho la angustia de que El Ávila se esté quemando y que los esfuerzos de defensa civil y los bomberos no estén dando frutos. Me angustia porque la montaña con la que nos sentimos protegidos y que de alguna manera nos proporciona sosiego arde ante la mirada indiferente del gobierno, porque hasta ahora no ha dicho nada al respecto.
Una de las cosas que más añoraba de vivir en Caracas era poder ver El Ávila. Las ciudades que visitaba por primera vez se rankeaban enseguida en mí si tenían montañas alrededor que me hicieran sentir en casa, como Katmandú o Kampala. Me desespera mirar a los linderos del cielo en una ciudad y no encontrar un volumen topográfico considerable. Un tótem adónde elevar la vista en busca de alguna respuesta.
El Ávila arde, está ardiendo y para mí es como si ardiera Roma mientras la contempla Nerón, feliz y fascinado por las llamas.
Gracias Kira por compartir este post, tan lleno de ti.
Efectivamente la libertad, comienza a bajar en caída libre cuando se pierde «la capacidad de asombro»…y luego se convierte como los fatales accidentes de inhalación de Nitrógeno, donde no te enteras y crees que es un leve adormecimiento pero estás muriendo, así creo que le pasa a nuestras Libertades, a nuestro amor de pueblo a tantas cosas lindas… menos mal que siempre hay un despertar … un abrazo muy fuerte!!!
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Bienvenida de nuevo a tu espacio del desahogo, de la liberación de inquietudes, de esa palabra íntima que se vuelve compañera de muchos y que sabes administrar muy bien.
Saludos
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Muere la trsite montaña que me acompañó durante años…se derrumba aún más lo poco que queda de Venezuela…la Joda Nacional no descansa…
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Solange, gracias también has sido una compañera de camino formidable. Dinobat, como el ave fénix esperemos que el Ávila reviva. Jesús querido, sabes que te tengo en mi rincón especial de cariño.
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Hace tres años precisamente, leí por primera vez este espacio de Kira, por entonces andaba en Africa. Impactado y hasta cierto punto muy impresionado por algunas historias que desde allá compartía con nosotros. Nunca escribí comentario alguno, hoy lo hago para reconocer y agradecer tantas cosas que enriquecen a quien las lee. Gracias Kira, que bueno ha sido.
El Avila volverá, solo hay que ayudar un poquito, pero volverá, su verde, sus manantiales, sus cuestas empinadas, su Paraiso, su ruta 77, La subida de la Julia, solo ayudemos, renacerá todo verde. La cruz del pico oriental, los platos del diablo, todo. ya verás en diciembre.
Gracias, no se si sabes lo importante que ha sido lo que has hecho hasta ahora. Gracias.
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Tus palabras son muy importantes para mí. Me he encontrado de vez en cuando con lectores que no comentan y de repente lo hacen cuando necesito algo de aliento. Y hoy comentas tú que has sido un lector silencioso que me ha acompañado y al que yo he acompañado sin saber… y es bueno saber con quien comparto estas cosas que las valora, las entiende… se sintoniza de alguna manera con lo que estoy viviendo. Estamos algo menos solos así. Gracias, Alfonso, por leerme.
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Los viejos blogs no están llamando. Como nos llamaba Caracas cuando estabamos fuera.
Yo también busco las montañas en las ciudades a las cuales voy.
Me sentía extraviada en Ann Arbor. Sin una colina.
Sin libertad.
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Yo te prefiero libre! Independientemente del tema que trates, siempre disfruto leer aquellas entradas que han sido escritas desde lo que se siente y se piensa, sin privarse de nada.
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